Segundo campamento: Moray
- mumoar
- 31 jul 2015
- 3 Min. de lectura











En mi opinión este segundo campamento fue simplemente el mejor de todos y por mucho lo más padre de todo el viaje. Algunas de las cosas que lo hicieron más especiales fueron el lugar, las fogatas de todas las noches y las estrellas, el maravilloso paisaje de montañas y nevados y la relación que entablamos con los niños en la escuela.
En esta segunda experiencia la forma de vivir se parecía bastante a la anterior, comidas baño y viajes de ida y vuelta a la escuela. El trabajo también se realizó en una escuela con algunas diferencias naturalmente. Además en esta ocasión sí dormíamos en tiendas de campañas ya que Camps Perú no tiene construcciones en el sitio.
También hubo una ceremonia de recepción donde los niños recitaban poesía y bailaban para nosotros.
Los proyectos en la escuela eran dos paralelos: pintar las canchas para los juegos fútbol, voleibol, y básquet en una explanada de la escuela y pintar un mural que incentivara a los niños y les brindara una consciencia del medio ambiente en el que se encontraban.
En esta ocasión habían dos horarios de ir a trabajar y el trabajo, ante el sol (y el haber tenido que rascar la pintura anterior de las paredes) fue por lo menos igual de arduo que en el anterior. Los horarios eran de 9:00 a 12:00 y de 13:30 a 17:00.
La experiencia con los niños fue fabulosa y rápidamente entablamos una gran relación de intercambio y juego. Todos los días interactuábamos con ellos y éramos víctimas y victimarios de muchas sonrisas
Todas las noches hacíamos fogatas y esa fue una gran oportunidad para cantar, bailar, reflexionar y hacer amigos.
Las clases de quechua continuaron, esta vez cada dos días.
También fue importante que logré encontrar una guitarra y me divertía mucho tocando por las tardes al regreso al campamento y en las fogatas. Mi otro pasatiempo era caminar y explorar las montañas con mis antiguos compañeros, ahora amigos.
Poco antes del final visitamos la maravillosa típica zona arqueológica que otorga el nombre al campamento: Moray. Una caminata de unas tres horas que nos permitió conocer muy bien los paisajes y las montañas.
Es importante notar que para todas estas actividades los objetivos CAS siempre estuvieron presentes. Adquirir una mayor conciencia de nuestras propias cualidades fue importante y continuo (aunque especialmente en la caminata y en el trabajo de la escuela ). El campamento en sí fue todo un nuevo desafío. En todo momento se proponían nuevas actividades (como las fogatas) y se planificaban sus detalles (como los juegos con los niños). Todos los trabajos eran en equipo y por lo tanto colaborábamos con otras personas. También se mostraba perseverancia todas las mañanas y éramos puntuales y teníamos buena actitud en las actividades. El proyecto engloba un tema de suma importancia global, que es apoyar y ayudar directamente a comunidades y poblaciones marginadas, sin olvidar considerar las implicaciones éticas de nuestra ayuda y proceder en todo momento con total respeto admiración hacia la cultura y los valores de la comunidad, así como asertividad en el trabajo en equipo. Específicamente apoyábamos a los miembros más jóvenes de la comunidad, los niños y buscamos hacer un trabajo que les diera consciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente, otro tema sumamente importante. Finalmente, muchas nuevas habilidades (unos ejemplos claros son: la guitarra, el saber como construir con adobe, planificar y desarrollar un invernadero a base de tierra, la técnica de pintar a brocha gorda y en fresco, mejorar nuestra caminata, continuar aprendiendo una nueva lengua, establecer una relación con miembros de la comunidad…). De esta manera se observa que todos los objetivos CAS fueron cumplidos ampliamente y tuvieron impacto en nuestra persona, nos ayudaron a crecer; así como en la comunidad, les dio beneficios materiales y brindó nuevos recursos que facilitan su proceso de aprendizaje mediante el deporte; así como les mostró un nuevo estilo de vida, una nueva perspectiva, provocó un intercambio de culturas. Los niños fuero especialmente importantes en este tema del impacto ya que estuvieron inmersos en una serie increíble de sensaciones, emociones y experiencias constructivas que cambiaron su manera de pensar y actuar frente a lo desconocido y la vida.
Fuiste el más especial de los campamentos, no te olvidaré. ¡Hasta pronto Moray!
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