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Primer campamento: Lago Titicaca

  • mumoar
  • 20 jul 2015
  • 4 Min. de lectura

Este primer campamento fue la experiencia de inmersión a Perú Camps International. Nuestra bienvenida fue en muchos sentidos una de las mejores síntesis de la experiencia. Al llegar después de haber viajado algunas horas desde la ciudad de Arequipa, nuestra ceremonia de bienvenida fue increíble e inesperada. Nos acercamos a uno de los lagos de mayor altitud en el mundo, y de hecho el lago más alto navegable de nuestro planeta, el Lago Titicaca.

Al llegar a este maravilloso espacio nos encontramos con una comunidad en desarrollo a orillas del mismo lago. El establecimiento en el que nos encontramos era la casa ampliada de una familia del pueblo, familia que ha acordado con Camps Perú hospedar a aquellos viajeros ansiosos de experiencias. Junto con algunos integrantes dl pueblo, nuestra recepción fue un momento mágico que incluyó música en su idioma nativo quechua, flores y collares fabricados por los habitantes del pueblo, presentación e introducción de cada uno de nosotros y bailables tradicionales que terminamos participando todos nosotros. Las imágenes hablan mucho mejor que lo que yo quisiera o pudiera.

La dinámica consistía en dormir abajo los hombres, arriba las mujeres, reunirnos durante el día, bañarnos “a jicarazos” con agua fría (personalmente uno de los desafíos más importantes de todo el viaje), realizar las actividades en conjunto y comer con algunos integrantes del pueblo.

El trabajo en este campamento tenía horario generalmente de 8:00am a 3:30 pm con un descanso de media hora a la mitad de la jornada. Generalmente el desayuno era a las 7:00, poco antes, poco después.

El trabajo en esta experiencia consistió en ayudar a la escuela principal del pueblo a establecer un invernadero para la cosecha sustentable de alimentos que las madres de los hijos usan para cocinarles un “lunch” a los hijos en los descansos de la escuela.

A nuestra llegada, ya había una estructura establecida, mas estaba lejos de ser terminada o útil. En un principio estaba llena de basura y desechos tanto orgánicos, naturales como inorgánicos. En las fotos la fosa de basura que se observa es el producto del trabajo de la mitad del primer día. El resto, removimos tierra y sacamos aproximadamente 40cm de la misma. Esta tierra la utilizaríamos para hacer adobe, resanar el invernadero, cerrar las esquinas y hacer los detalles. Más tarde colocaríamos puertas, ventanas, aplanaríamos tierra, y finalmente acomodaríamos todo para las plantas y sembraríamos las semillas con mucho entusiasmo. Este fue el trabajo de una semana entera de campamento.

Independientemente de las actividades de trabajo en el invernadero, nos quedaríamos en parejas uno de los días para ayudar en la cocina y preparar en conjunto con las cocineras las comidas del día para todos. En esta experiencia yo y mi compañero Polo (Eduardo Pontones) conoceríamos e interactuaríamos con la maravillosa cocinera y maestra de vida Sonia.

SI bien el ejercicio de las mañanas era más que suficiente, nosotros decidimos divertirnos y mantenernos activos a todas horas. Entre nuestras actividades favoritas por las tardes era hacer partidos de vóleibol con los integrantes de la comunidad. Dedicábamos a esto entre una y dos horas de todas nuestras tardes y aprendimos que tenemos mucho que practicar para competir con los jugadores de Titicaca*.

Una experiencia importante fue las clases de quechua. Tomamos clases de su idioma nativo quechua. Un maravillosos idioma que continúa al menos con la misma importancia que el español, mismo que les permite una identidad íntegra y completa y les recuerda la importancia de su pasado. Esto, noto yo difiere del náhuatl que cada vez lo alejamos más en nuestras comunidades mexicanas. Aprender lo básico no fue tan sencillo y requirió de un esfuerzo creativo e intelectual sincero a la vez que fomentó el conocimiento más a fondo de la cultura del pueblo.

Otra actividad que me gustaría mencionar es manualidades. Hacíamos esto con frecuencia y aprendimos a tejer de la manera tradicional. Asimismo, construimos los sombreros tradicionales de México para usarlos en la fogata de despedida donde un intercambio cultural permitió conocer nuestras culturas e incluso darles una probada de nuestra comida y nuestros bailables (sí, nosotros cocinamos la cena*).

Es importante notar que para todas estas actividades los objetivos CAS siempre estuvieron presentes. Adquirir una mayor conciencia de nuestras propias cualidades fue importante y continuo (aunque especialmente en el invernadero). El campamento en sí fue todo un nuevo desafío. En todo momento se proponían nuevas actividades (como la del deporte ) y se planificaban sus detalles (como la noche mexicana de despedida). Todos los trabajos eran en equipo y por lo tanto colaborábamos con otras personas. También se mostraba perseverancia todas las mañanas y éramos puntuales y teníamos buena actitud en las actividades. El proyecto engloba un tema de suma importancia global, que es apoyar y ayudar directamente a comunidades y poblaciones marginadas, sin olvidar considerar las implicaciones éticas de nuestra ayuda y proceder en todo momento con total respeto admiración hacia la cultura y los valores de la comunidad, así como asertividad en el trabajo en equipo. Finalmente, muchas nuevas habilidades (unos ejemplos claros son: la fuerza de trabajo, el saber como construir con adobe, planificar y desarrollar un invernadero a base de tierra, jugar mejor deporte, mejorar nuestra caminata, aprender una nueva lengua…). De esta manera se observa que todos los objetivos CAS fueron cumplidos ampliamente y tuvieron impacto en nuestra persona, nos ayudaron a crecer; así como en la comunidad, les dio beneficios materiales y brindó nuevos recursos que facilitan su alimentación; así como les mostró un nuevo estilo de vida, una nueva perspectiva, provocó un intercambio de culturas.

Antes de la entrañable despedida con los habitantes yo y dos cercanos amigos míos nos armamos de valor y decidimos despedirnos del lugar. Para esto, nos levantamos antes de las 5:30 am para salir a caminar, ver el amanecer y subir algunas montañas para no borrar la maravillosa vista de nuestros recuerdos*.¡Hasta pronto Titicaca!

*Agrego algunas imágenes en un post subsecuente.

 
 
 

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